A lo largo de todos estos años, mi equipo y yo, hemos realizado numerosas reformas grandes pero también, pequeñas. Los cambios que con mayor frecuencia nos han encargado en esta escala han sido la remodelación de baños y cocinas. Aquí, lo cierto es que el trabajo de ejecución es sencillo y la única diferencia se encuentra en los deseos de los clientes, muchas veces, influidos por las modas. Y así, de un tiempo a esta parte se han sustituido muchas bañeras por platos de ducha, han desaparecido los bidés o se ha solicitado un determinado modelo de sanitarios. Estos cambios suelen perseguir más un sentido estético que funcional y no conllevan ninguna dificultad añadida a nivel de albañilería o fontanería. El límite en cuestiones de decoración es el gusto del cliente.
Últimamente, una de las peticiones más recurrentes es el empapelado de las paredes conservando, eso sí, los azulejos en las partes que entran en contacto con el agua y no así, en el resto (como se puede observar en la segunda foto). Esto, a día de hoy, le da un aire muy moderno.
Estando permanentemente al tanto de las novedades que surgen en todo lo relativo a la construcción, constato cuáles son las que calan más en los consumidores, bien porque lo han visito en una revista, en la televisión, en otra casa o en un hotel. Poner un lavabo de un tamaño u otro no es problema; se puede hacer lo que el cliente quiera y como lo quiera.
