Otro tipo de obra parcial muy común son las cocinas. Y, de nuevo, como en los baños, la ejecución es muy sencilla. Lo único que hay que tener en cuenta es coordinar muy bien los puntos de agua y de luz, que se sitúen en el sitio exacto en que se necesiten. Una ejecución mal hecha es la que pone un enchufe encima de la placa vitrocerámina, por ejemplo.
A mi me gusta poder asesorar al cliente, darle ideas, sugerirle materiales y diseños en función de sus gustos y de su presupuesto. Incluso, poner a su disposición mis conocimientos sobre proveedores y puntos de venta de mobiliario, si así lo requieren. Es un servicio “a la carta”. Hay quien prefiere un estilo moderno o, por el contrario, clásico con acabados artesanales o más económicos… todo depende.
En estos momentos, está de moda poner la plaqueta rústica con formas y colores como en muchas casas de Madrid que tienen más de 50 años. Antes, estos diseños estaban en el suelo y ahora, a la gente le gusta ponerlos en las paredes. Es lo que se conoce como baldosa hidráulica. Este material se ha adaptado, debido a la demanda, a un uso específico para las paredes. Se ha modificado y si en el suelo tiene un grosor aproximado de 2 cm o 2,5 cm, el de las paredes tiene 1 cm de espesor.
La baldosa hidráulica tiene fama de ser un material caro pero no lo es, depende de dónde compres. En casi todas partes tienen un stock muy parecido, así que en razón de lo que se puede gastar el cliente le sugerimos comprar en un establecimiento u otro; no es lo mismo, Leroy Merlín que Porcelanosa.
Para economizar en las obras de la cocina, como lo más caro es el azulejo lo que se suele hacer es que en las zonas húmedas, es decir, en contacto con el agua se pone azulejo y en el resto un pladur antihumedad, pintura lisita o empapelado perfecto. Esta solución que sustituye el alicatado de arriba abajo por sólo una parte, sólo la que se ve (y la que está en contacto con el agua), ahorra costes considerablemente.