En julio de 2016, nos enfrentamos, al reto de realizar una obra prácticamente integral con los propietarios y sus dos hijos viviendo en la casa. Fueron dos meses de ejecución donde una de las mayores complejidades fue la sustitución de unos ventanales pequeños por otros enormes. Este cambio, como es lógico, hacía al hogar ganar una luminosidad impresionante y, al tiempo, mejoraba la seguridad dado que se trataba de un cristal blindado.
La dificultad en la instalación de estos cristales fue su movilidad y, por tanto, su colocación ya que cada uno pesaba 240 kilos. El sistema que se empleó fue una técnica que ya utilizaban los egipcios para la construcción de las pirámides. Lo que se hizo fue colocar una serie de palos de madera en redondo que favorecieran el deslizamiento. Esto es un ejemplo de cómo métodos que utilizaban nuestros ancestros siguen en uso.
Otra ejecución destacable fue la realización de una escalera singular que combinaba dos colores: pintura blanca y madera barnizada. Lijamos todo, imprimimos y aplicamos una terminación de barniz de poliuterano especial para alto tránsito con el fin de evitar el desgaste que suele darse en los barnices normales. Dado que es una zona especialmente sensible por el paso constante consideramos necesario ese refuerzo.