Esta obra integral de un chalet en Pozuelo, zona residencial del Noroeste de Madrid, tenía un pronóstico de duración de tres meses pero se llevó a término en un mes y veinte días, del 1 de Octubre del pasado año al 21 de Noviembre.
Los clientes habían vendido su casa anterior antes de lo previsto y no tenían donde vivir. Aceleramos el ritmo de trabajo para entregar el mismo día que llegaba la mudanza.
Se tiró todo. Tuvimos que cambiar electricidad, fontanería, el trasdosado de pladur…
La dueña quería que los acabados y la decoración fueran exactos a los que había visto en una revista y así lo hicimos.
Entre las particularidades especiales de la obra destacan la chimenea y el tejado.
La chimenea tiene en su interior un cassette con puerta de guillotina. Esta solución conlleva que la apertura de la misma no moleste absolutamente nada al paso de la gente. No ocupa espacio. El mecanismo interior funciona con una conexión de tubos que expulsan el aire y caldean el ambiente de la vivienda minimizando gastos de calefacción más elevados.
El tejado de la casa que nos encontramos, por otro lado, tenía 40 años. Se revisó y reparó todo lo que estaba defectuoso, empezando por una limpieza minuciosa con el fin de aplicar después un producto de resina de primera calidad de la casa Hempel el cual impermeabiliza la teja y la deja toda igual en color negro. Este material se utiliza habitualmente para la pintura de barcos.
En la parte interior de la casa, la que da a la piscina, se hizo una ampliación, ganando un porche.
